La solidaridad es uno de los pilares que fortalecen la convivencia en nuestro colegio. Más que un gesto ocasional, se trata de una actitud constante de empatía y apoyo hacia los demás. Ser solidarios implica ponerse en el lugar del otro, ofrecer ayuda desinteresada y actuar con generosidad ante las necesidades de quienes nos rodean.

En el día a día escolar, este valor se expresa de muchas formas: cuando un compañero explica una materia a otro que no entendió, cuando se participa activamente en campañas solidarias o cuando se acompaña a alguien que está pasando por un momento difícil. Son estos actos, grandes o pequeños, los que dan forma a una comunidad más humana y cohesionada.

La solidaridad también enseña a mirar más allá de uno mismo, a reconocer que cada acción tiene un impacto en el entorno y que juntos podemos lograr más. Nos permite aprender a convivir con respeto y a valorar la diversidad como una oportunidad para crecer. En nuestro colegio, promovemos este valor porque creemos que una sociedad más justa y compasiva comienza con personas capaces de tender la mano al otro sin esperar nada a cambio.